martes, 21 de abril de 2009

Dilema

Ayer en un lapso casi heroico tuve las fuerzas para decirle a mi novio que no, que igualmente muchas gracias, ya que tan insistentemente se ofreció a regalarme un saco de lana en una casa de marca que yo tenía visto desde hacía mucho tiempo. Digo, estas no son frases que salgan de mi boca muy a menudo en cuanto a ropa se trate, pero me dio un no sé qué hacerle gastar $170 en un saco, sin haber mirado ni siquiera otras opciones más. Lo gracioso del asunto, es que después de mirar la película Locas por las Compras y habiendo la misma finalizado a las 22 hs., horario en el cual cierran los locales de cualquier shopping, me agarraron unas ganas irrefrenables de volver al local y decirle a mi novio: sabés qué amor: mejor llevémoslo que es precioso y no es caro”. Pero además de que el local ya estaba cerrado, mi novio ya estaba cansado y me dijo: mejor vamos otro día a comprarlo, ¿si? Ahora me pregunto: ¿Cuándo será ese día? A veces hay que saber aceptar regalos SIN culpa.