lunes, 28 de julio de 2008

RSE en la moda

En varias materias de la carrera Relaciones Públicas, tuve la posibilidad de estudiar que la RSE (Responsabilidad Social Empresaria), además de colaborar con la imagen de la empresa, ayuda y concientiza sobre ciertos temas a la sociedad. No me cabe la menor duda, que si una empresa, por más chica que sea, colabora con la sociedad generando campañas de concientización sobre diversos temas como el VIH, por ejemplo, entre muchas otras campañas que se pueden realizar, puede mejorar su imagen y hasta evitar futuras crisis el día de mañana. Ahora, lo que no logro comprender, y Dios quiera jamás lo logre, es cómo pueden existir empresas que facturan millones de pesos por mes, y encima, tienen empleados trabajando en negro por 24 horas al día en condiciones insalubres, y no sienten el mínimo interés de ayudar a la sociedad con al menos muy poquito de los millones que se llevan mensualmente... Pero claro, qué incongruencia la mía por Dios...pensar que empresas que tienen a sus empleados en negro, negándoles el derecho de tener una obra social, una jubilación, de tener dignidad, puedan estar preocupándose por el resto de la sociedad, si ni siquiera se preocupan por su propio recurso humano. Seguramente es un error mío pensar así. Un pensamiento un tanto descabellado...(termina uno, creyendo) Y no me creo la madre Teresa de Calcuta que ayuda como debería. Pero soy una convencida de que si tuviese la posibilidad de poder ayudar con mi marca y con su difusión concientizar a la sociedad: !No dudaría en hacerlo! La RSE sería un tema diario en mi vida. Desde mi lugar de persona sin reconocimiento público, hago lo que puedo. Quizá podría más. Es verdad. Siempre lo pienso. Vale recordar que, quienes no estamos excluídos ni tenemos derechos vulnerados ni escasez de oportunidades, debemos asumir ciertas responsabilidades, para poder ayudar a quienes si están excluídos, lamentablemente. Y en vez de atenuantes, tenemos más responsabilidades. Hacerse cargo de esto abre chances para cambiar la realidad, que de arranque implica dejar -como sociedad- de exigirles a quienes no tienen oportunidades sólo “deberes” cuando en realidad ya les vulneramos todos aquellos “derechos” elementales para crecer en paz. Porque la violencia no es sólo lo que pasa a altas horas de la noche y en la calle. Hoy queremos paz, pero ayer hubo, casi, plena indiferencia. Y es sabido, la peor actitud es la indiferencia. Entonces, ¿Qué puede venir después de una marea de olvidos? Lógico: un tsunami de broncas. Ayer. Hoy. Así lo vemos, sin el “y”. Necesitamos interiorizar (y hacernos cargo) que el hoy es una consecuencia de ese ayer; y pensando en mañana empecemos hoy. Ya. Tenemos que emprender el reclamo para que más nos nesecitan sean prioridad, y debemos ser parte de esa construcción. Tengo una lista larga de empresas de indumentaria que están bien posicionadas en el mercado local, que tienen locales en shoppings, y que jamás hicieron NADA, absolutamente NADA por la sociedad...Algunas de ellas, fueron mencionadas en los noticieros de la televisión cuando fue el boom de los talleres textiles clandestinos, y que como sucede a menudo en este bendito país, quedó nuevamente en el olvido... A esas empresas, mi humilde consejo: RSE es un feedback, que los ayudaría a generar mayores ingresos, mejorar la imagen de la marca y, a la vez, ¡hacer algo por el otro!, ¡por esta sociedad que tanto necesita la ayuda de los que más tienen! Ciertos temas me indignan...

domingo, 27 de julio de 2008

Sex & the City (para revista Invasiva)


Ya sé que todas estamos felices de poder ver en la pantalla grande “Sex & the city”, después de casi cuatro años de abstinencia desde su último capitulo en 2004, (tiempo en el cual pudimos ver y reveer mil quinientas veces los capítulos que conocíamos de memoria, con cada flirteo de Carrie y compañía e imaginarnos todas las cosas que podían llegar a pasar en la peli). Pero hoy escribo para pedirles un gran favor: ¿Podemos como argentinas mantener una estética propia, sin copiarnos constantemente de las tendencias que imponen series como éstas? Y me refiero a ésta, como también a varias otras… Yo sé que no estoy hablando de cualquier serie y que yo, como tantas de ustedes, pasamos noches enteras en la cama, solas o acompañadas, con medio kilo de helado en la mano, ¡obvio! y que las mujeres de ny imitan a rajatabla el estilo de sus protagonistas. Por lo cual, es verdad que no es una “serie más”…. Pero nosotras podemos mantener un estilo propio, lejos de la imitación, quizá podamos tomar algún detalle de Carrie Bradshaw, si es la que más nos gusta o de Samantha Jones, si somos tan osadas como ella… Pero mi pedido es otro: Quizá, si el frío me lo permite y no me congela los huesos al punto de preferir quedarme en casa mirando pelis o leyendo, sin salir en todo el finde, me daré una vuelta por las ferias de Palermo…y ahí sí chicas les pido encarecidamente no encontrarnos el domingo y estar todas vestidas igual a ellas y lo peor, entre nosotras al mejor estilo: ¡No tengo estilo propio! Amo analizar las tendencias, y sé que “Sex & the city” es una serie que se impuso como una tendencia que tiene muchísima fuerza, pero en nuestro país tenemos la suerte de contar con un diseño cada vez más innovador, más creativo, con diseñadores independientes que se rompen el lomo para generar ideas nuevas que destruyan con todos los estereotipos, y para qué los vamos a defraudar copiando estilos ajenos, y no le vamos a comprar a ellos, si el producto que ofrecen vale la pena? Las dejo pensando y si nos vemos el domingo en Plaza Serrano, espero que todas tengamos nuestro propio estilo. Porque ¿saben qué significa estar a la moda? Significa usar el estilo que te sienta bien, con el cual te sentís una reina, te mirás al espejo y te gustás, te sentís segura (ya sea con una remerita recién comprada en el shopping o un sweater tejido que era de tu bisabuela) y no comprarte un jean chupín porque ahora está de moda, sintiéndote un matambre cuando te lo ponés… Yo sé: Vos me entendés.