BAFWeek 2010

Por problemas de salud personal (me operaron hace menos de una semana de apendicítis), permanezco en casa desde aquel día y no pude ir al BAFWeek; evento al cual asisito desde hace mucho tiempo, todas las ediciones. ¿Una real pena!
Por lo cual, me limitaré a mostrarles fotos del evento y quien haya podido asistir, la invito a que nos cuente brevemente qué le pareció la edición Primevera-Verano 2010.

Mariana Dappiano

Vero Ivaldi

Fechas ¿de moda?

No soy una persona que se ponga en contra de los festejos por fechas especiales, pero tampoco soy de las que sienten obligación por juntarse, por ejemplo, con sus amigos POR el Día del amigo.
La moda parece abarcar todos los ámbitos de nuestras vidas y en esta ocasión también las fechas “¿comerciales?”.
El 21 de julio, en mi trabajo, la gente se encargó de preguntar casi a modo de encuesta, quién salió el día anterior, quién se acostó más tarde y hasta cuántas reunión por el día del amigo iba a tener cada persona.
¿Acaso hay una fecha especial para juntarse con los amigos?
Me opuse a contestar cómo había sido mi tarde “entre” amigos desviando la conversación hacia otros temas, pero debo confesar que soy una más del montón (de las que cree que en este caso, el 20 de julio más que una moda, es una excusa divina para juntarse a charlar, comer y disfrutar.
Por eso es que espero este viernes ansiosa para mi segunda reunión POR el Día del amigo.

Sube pero no baja

Siento mucho haber dejado de escribir en el blog por tanto tiempo…Pero acá estoy para reparar mi dolor.
Evidentemente, mi escribir en Puntada Fina es tan cíclico como la moda misma. Desaparezco y me regenero. Y acá estoy. Nueva, con más ganas, con más cosas por contar. Con otra forma, con otras ideas y muchas otras cosas.
Lo que no es cíclico y sigue una forma lineal en aumento, son los precios.
Antes de sentarme a escribir, leí el post anterior y quedé asombrada. ¿Será que lo escribí en el 2006? ¿Antes? Pero no. Lo escribí este año y en aquel momento aún creía que $170 para un saco era caro. Qué ingenua por Dios. Ya no lo creo más.
Ya ninguna prenda baja de $100. Con lo que me gusta ir de compras…

¿Será que hay que ajustarse en algunos otros gastos o comprar menos prendas por mes?

Dilema

Ayer en un lapso casi heroico tuve las fuerzas para decirle a mi novio que no, que igualmente muchas gracias, ya que tan insistentemente se ofreció a regalarme un saco de lana en una casa de marca que yo tenía visto desde hacía mucho tiempo. Digo, estas no son frases que salgan de mi boca muy a menudo en cuanto a ropa se trate, pero me dio un no sé qué hacerle gastar $170 en un saco, sin haber mirado ni siquiera otras opciones más. Lo gracioso del asunto, es que después de mirar la película Locas por las Compras y habiendo la misma finalizado a las 22 hs., horario en el cual cierran los locales de cualquier shopping, me agarraron unas ganas irrefrenables de volver al local y decirle a mi novio: sabés qué amor: mejor llevémoslo que es precioso y no es caro”. Pero además de que el local ya estaba cerrado, mi novio ya estaba cansado y me dijo: mejor vamos otro día a comprarlo, ¿si? Ahora me pregunto: ¿Cuándo será ese día? A veces hay que saber aceptar regalos SIN culpa.

Loca por las compras

Ayer tuve un día laboral agitado. ¿Y qué mejor que suavizar un día yendo de compras? O al menos ir al cine a ver una película que despeje la mente, en el caso de que la tarjeta de crédito diga: BASTA.
So I didn´t shop…En tal caso fui con el santo de mi novio a ver Locas por las Compras. Una película BIEN pochoclera, divertida, pero quizá un poco larga. De ese tipo de películas que tienen la capacidad de hacerte olvidar el mal día.
La misma trata de una chica Shopaholic (compradora compulsiva), que vive en NY y que su enfermedad la lleva a adquirir marcas de primera línea como Yves Saint Laurent o Louis Vuitton, en forma compulsiva, entre otras cosas. El personaje que encarna Isla Fisher es muy simpático y en algún momento de crisis dijo “Cuando consumo siento que mi mundo se vuelve mejor”. Y la realidad es que yo siento lo mismo. Siento la misma ansiedad cuando veo ropa que me encanta y hasta siento que comprando esas cosas, el día cambia. Después, por supuesto, entiendo que es una gran mentira y me consuelo analizando el día que tuve o simplemente, haciendo alguna actividad que me relaje. Con la ropa recién comprada en el placard, obvio.
También, en algún momento de la película, Rebecca Bloomwood (la actriz principal) sale del local Louis Vuitton con tres bolsas en cada mano y abraza a la vendedora y le da un beso antes de retirarse. Ojalá yo pudiese salir de una de esas tiendas con al menos una bolsas en mi mano, pero así y todo, salgo de un local en la Av. Sta. Fé con ropa nueva y saludó a las vendedoras con alegría. Casi con euforia.
Ahora me pregunto. ¿Qué mujer no sale felíz de tener ropa nueva en sus manos? Si tuviese MUCHA plata ¿compraría ropa en forma compulsiva? Yo creo que sí chicas…

BAFWeek 2009

Y así pasó una edición más del evento referente de la moda argentina- BAFWeek 2009- que se llevó a cabo los días 25, 26 y 27 de febrero de 2009, en el Pabellón Amarillo de La Rural, Predio Ferial de Buenos Aires.
Mucho glamour, mucha producción y muchas ansias de ver las nuevas colecciones 2009 de los diseñadores, que a pesar de la crisis se animaron a estar presentes en esta nueva edición. El primer día abrió los desfiles, Rapsodia, bien bohemia como siempre, con reminiscencias de la década del 60 y mix de estampados.
Después, las ganadoras del concurso Semillero UBA, Rita Koniaeva y Lucía Dubiansky deslumbraron al público con prendas muy elaboradas y mucho volúmen.

Prune se hizo presente con una pasarela a todo glamour y para cerrar el primer día, Cora Groppo propuso diferentes texturas y géneros en una misma prenda; la paleta bien invernal: gris, chocolate, negro y cemento y Puma como broche final.
Hubieron varios showrooms, pero menos que en ediciones anteriores. Lo cual le permitió al público, caminar con mayor comodidad que veces anteriores. Natura, maquillador oficial de esta edición, estuvo presente con un stand, en el cual las personas podían acercarse y ser maquilladas por personas especializadas.
El segundo día, Como Quieres que te Quiera, Paula Cahen D`Anvers y Laurencio Adot, entre otros, estuvieron presentes en esta edición.
Paula Cahen D´Anvers utilizó accesorios de gamuza color marrón y su detalle de distinción, estuvo dado por los gorros de piel que desfilaron todas las modelos.
Para cerrar esta edición, el último día desfilaron las marcas: Cook, con cuatros propuestas bien claras: Beatiful losers, en donde se destacan los tapados, camisas y sacos kilts inspirados en uniformes escolares; la línea Heroes Like Love está inspirada en Rusia y los uniformes soviéticos; Rider son the Storm está inculcada en el Far West americano, y por último Origin, que está basada en los básicos de siempre, como las remeras con estampas y los colores vivos. Mariana Dapiano, con mucho tejido y estampados, en colores naranjas y tierras. Wanama y Vicky Otero fueron los dos desfiles para disfrutar.
Y por último, Procesión Tramando, idea creada por Martín Churba, quien decidió mostrar que “desde la pasarela al local, hay muy pocos pasos”, reunió a modelos, artistas y demás personas que quisieron sumarse, a ir desde la Sociedad Rural hasta el Paseo Alcorta, donde el diseñador abrirá su nuevo local; para “vivir esta época de carnavales a todo color”.
La organización, esta vez a cargo de la agencia Business Press, estuvo en armonía y a cambio de ediciones anteriores, esta vez, algunos de los desfiles sólo se retrasaron solo un diez minutos. La atención y la buena predisposición de la gente de Business Press, colaboró en gran medida, para que la prensa podamos trabajar en armonía y tener la información necesaria del evento.

Agradecimiento especial: agencia Bussiness Press.

El creativo y polémico Calvin Klein

Algunos nos quejamos del terror de la hoja en blanco. La falta de inspiración, de creatividad de ciertos momentos... Y la verdad es que existiendo grandes como el polémico diseñador Calvin Klein a la hora de generar ideas de alto impacto y fascinar a la prensa; nuestras quejas tienen su sustento. Sus acciones son pura creatividad. Nos gusten o no. Estemos o no de acuerdo.

Hoy en día está en boca de todos, porque sabe cómo provocar. Él fue quien lanzó al estrellato la belleza anoréxica de Kate Moss y quien, en 1979, puso en las vallas publicitarias a la adolescente Brooke Shields que decía: “¿Sabes lo que hay entre mis Calvin y yo? Nada.”

Hace algunos días, el spot publicitario presentado por su firma fue retirado de los canales de televisión por sus escenas de alto contenido erótico. El aviso corresponde a la presentación de la colección primavera 2009 y más allá de la censura, la página oficial de la firma invita a ver el corto completo. El aviso utiliza el efecto de cámara de seguridad para espiar a parejas y tríos que se prodigan caricias y besos de alto voltaje, donde la figura que se destaca, obviamente, sigue siendo el jean.

Podemos estar de acuerdo o no con su forma de publicitar, pero en lo que todas seguro coincidimos es en que este hombre ya bien establecido en el mundo de la moda logra que la prensa local y extranjera esté al vilo con cada ocurrencia que le surge. Un grande. Todos los medios hablando de él y sus creaciones “indebidas”…

Esto si es creatividad

La noche de moda que te mola

No recuerdo hace cuánto tiempo que no salgo a tomar algo de noche tarde con amigas, y menos que menos a bailar. De esta segunda actividad ni pretendo recordarlo, dado que ya pasó la última vez hace mucho tiempo. Mucho.
Se ve que la vida en concubinato nos hace más ermitañas, pero hasta no haber arreglado una salida con amigas para este fin de semana próximo, no había notado cuán ermitaña estoy.
Por lo cual, estamos con mi grupo de amigas de la facultad planeando a dónde vamos a ir este sábado solas. Todo un acontecimiento.
No sé cuál será la movida de la noche porteña actual ni el bar de moda. Pero a Palermo nos dirigimos. Empilchadas, maquilladas y sobre todo, con muchas ganas de parlotear entre mujeres de 30.

Y dale nomás...

Y con esto de la moda de cuidarme frente al verano, recién son las 12 del mediodía y ya voy por el 3er yogurt. Sisisi, ya sé, un embole lo mío; pero probé uno aireado de ananá que me tiene tan loca como cuando comía Tuby 3 o 4 hace unos años.

Los cuerpos de moda

Como todos los años, se acerca el verano y varias vagas como yo, a las cuales no nos gusta someternos a estrictos ejercicios en el gimnasio, nos acercamos a hacer algún deporte, cuando se acerca la fecha. Somos conscientes de que todo lo que cayó durante el año, sumado a todo lo que creció, no va a desaparecer en 2 o 3 meses, hasta que llegue el gran día de ponernos la bikini. Pero al menos, y al menos a mí, empezar la vida sana en estos últimos meses antes de que lleguen las vacaciones, me hace sentir una persona “sana”. Y es por esto, que hace 2 meses (no más) empecé boxeo. Entrenamiento de boxeo. No kick boxing o no sé cuál otra actividad que venden los gimnasios como “súper novedosas” y no son más que patadas al son de la música estridente que tanto odio de los gimnasios. Entrenamiento de boxeo es otra cosa. O al menos, eso dicen en mi gimnasio. Sumado a esto y a razón del miedo a calzarme la bikini y verme todo arruinado, empecé también pilates hace ya 4 meses. Actividad física récord en mi vida, en cuanto a duración. Estoy a full. No levanté todo lo caído ni reboqué todo el exterior maltratado, pero estoy óptima para ponerme la bikini. Será la moda, será la edad, pero me siento una persona “saludable”.

La moda de hacerse mala sangre

Conozco casi a la perfección, podría decir, el funcionamiento de mi cabeza. Lo cual a esta altura, no sé si es bueno o malo.
Tengo días muy tranquilos y otros más moviditos en cuanto a lo que a mi mente respecta. Pero termino entendiendo, que si un día no tengo ajetreo mental, trato de buscármelo solita. Sisis, una tarada.
El sábado, sin ir más lejos, reconfirmé mi taradez. Después de mi clase de boxeo, me estaba yendo a Cañuelas por el fin de semana y antes de tomar la combi que me deja en destino, tuve la necesidad imperiosa de “consumir” algo. Entré en un local de la Av. Sta Fé, ya que la combi la tomo en la puerta del Alto Palermo y me compré una remerita muy linda de gasa estampada. Cuestión que cuando salí del local poco convencida por la compra, por haber hecho una compra “compulsiva” y sin necesidad de adquirir una nueva remerita, estuve todo el viaje a Cañuelas (que mínimo demora una hora) pensando en qué otras cosas había visto en el local, para acercarme el lunes después del trabajo a cambiarla. Y autoflagelándome con pensamientos del tipo: “nunca más debo salir a la calle con la tarjeta encima” o “¿qué necesidad hay de gastar la plata que me puede servir para mis vacaciones, en cosas que ni siquiera necesito?”. Así que mi viaje en combi en vez de placentero resultó ser algo agotador; hasta que bajé en Cañuelas, le mostré la nueva adquisición a mi novio y cuando estuve a punto de empezar a atosigarlo con cuestionamientos sobre si él estaba de acuerdo o no con la prenda nueva, me di cuenta que en la etiqueta decía: “SIN CAMBIO”.

Liquidaciones...una gran farsa

Si hay algo en la vida que me molesta (y no es lo único, por supuesto), es que traten a la gente como idiota.
Ayer aprovechando la época anticipada de “liquidaciones” fui a la Avenida Sta. Fé a mirar vidrieras. Actividad que suele irme como anillo al dedo, y mucho mejor si tengo plata encima.
Recorrí varios locales, VARIOS y sentí que nos están tomando el pelo.
¿Qué parte no entendieron los comerciantes de que una liquidación significa lisa y llanamente bajar los precios? Impidamos que nos tomen como tontas, por el amor de Dios…
entré a varias marcas y las remeritas básicas que hace algunas semanas estaban por encima del precio real de venta, ahora simplemente están “liquidadas” al precio en el cual deberían haber estado siempre. Por lo cual, que un comerciante suba los precios de sus productos de una manera desproporcional a éste y luego con la intención de ¿despistarnos? ¿marearnos?, los baje a un precio que no es con rebaja…a mí esto más que una liquidación me parece una burla. Una tomada de pelo.
Por lo cual, tarjeta de crédito nuevita sin estrenar) y en mano, volví a meterla en mi cartera y siguiendo mi instinto consumista me fui a comprar helado y a depilarme con la plata que hubiese dejado en aquel local del comerciante “apiolado”.

¡¡¡PUM para arriba!!!

Debo ser sincera y decir que mi año 2009 no empezó con ¡TODO! Si no, más bien empecé el año medio cabizbaja. Entre algunos temitas personales se me sumaron otros, así que... ¿Quién dice que el año que no empieza con TODO, no puede seguir de mejor manera?
Espero que tu año haya comenzado de una mejor manera... Contame tu comienzo de año, así me contagias de
¡¡¡tus buenas energías!!!